Desde el suave y cremoso flan hasta los curiosos buñuelos de yuca. Descubre los postres cubanos y déjate llevar por su historia, sabor y aroma.
Con raíces en la época colonial, estos manjares combinan influencias africanas, españolas y algunas propias de Cuba, lo que da lugar a un abanico de sabores únicos e inconfundibles.
Desde siempre el azúcar, producido en gran cantidad en la isla, ha sido un ingrediente clave en la repostería cubana. De hecho, la caña de azúcar se convirtió en uno de los principales motores económicos del país. La combinación de la caña de azúcar, la yuca y frutas tropicales, como el mango, la guayaba y el coco, dieron lugar a una gran variedad de dulces que han perdurado en el tiempo.
El flan es uno de los postres más populares en Cuba. Se prepara con leche, azúcar y huevos; en el caso del flan de coco, con ralladura de coco. La mezcla se hornea al baño maría hasta alcanzar una textura suave y cremosa, con un caramelo líquido que corona la delicia.
Considerado uno de los dulces más emblemáticos, el dulce de guayaba con queso es una combinación perfecta de sabores tropicales y cremosidad. La guayaba, cocida lentamente con azúcar hasta alcanzar una textura espesa, se sirve junto a un trozo de queso crema o queso blanco, creando un contraste delicioso entre el dulce y el salado.
No podemos olvidar el turrón de maní. Inspirado en los tradicionales turrones europeos, el turrón cubano se elabora a partir de cacahuetes tostados y azúcar caramelizado. Es un dulce crujiente que ha conquistado el paladar de muchos desde hace generaciones.
Los buñuelos de yuca son otro delicioso postre tradicional cubano, servido generalmente con una rica miel de anís. Yuca amarilla o blanca, azúcar y canela son algunos de los ingredientes de este conocido dulce que contiene toda la esencia cubana.
Encender un cigarrito mini cubano después de degustar una de nuestras recomendaciones cerrará la experiencia de sabores con broche de oro. El aroma del tabaco se mezclará con los sabores dulces de los postres, creando una armonía perfecta.
¡Buen provecho!