El árbol, las luces, los regalos… La Navidad se compone de pequeñas tradiciones conocidas a lo largo y ancho del planeta. Desde Papá Noel hasta el Cascanueces, su imaginario se cuela todos los diciembres en nuestros hogares. Sin embargo, no todas las costumbres que se celebran en estas fechas son igual de populares.
Algunas de ellas son vestigios de una herencia cultural muy antigua y se celebran a nivel local, lejos de las festividades internacionales más conocidas. Hoy os hablamos de cinco de estas tradiciones, cada cual más peculiar, para descubrirlas antes de Nochebuena y disfrutarlas junto a nuestros minis cubanos favoritos.
Krampus (Alemania)
Krampus es una criatura del folclore alemán que actúa como contrapunto tétrico del bondadoso San Nicolás. La leyenda dice que, en la noche del 5 al 6 de diciembre (conocida como Krampusnacht), Krampus recorre las calles con cadenas y campanillas para castigar a los niños que se han portado mal y llevárselos consigo.
Con el paso del tiempo, esta peculiar tradición se convierte en desfiles callejeros en los que los vecinos se disfrazan de Krampus, aportando ese toque de terror e irreverencia al imaginario navideño.
Noche de Rábanos (México)
La Noche de Rábanos se celebra cada 23 de diciembre en la ciudad de Oaxaca de Juárez. Consiste en un concurso y exposición en el que horticultores y artesanos tallan rábanos (y, a veces también flor inmortal o totomoxtle), transformándolos en figuras escultóricas que representan escenas religiosas, populares o tradicionales.
Aunque sus raíces se remontan al mercado navideño, su primera edición oficial como evento data de 1897. Durante unas pocas horas, la plaza principal de la ciudad se llena de puestos que exponen sus obras, mientras que miles de personas acuden para contemplarlas, celebrando el ingenio y la identidad cultural de Oaxaca.
Mari Lwyd (Gales)
Mari Lwyd es una tradición del sur de Gales que se celebra entre la Navidad y la Epifanía. Al igual que los desfiles de Krampus, añade un toque tétrico a la festividad, ya que consiste en llevar por las calles una “yegua fantasma”.
Se trata de una calavera de caballo montada en un poste y decorada con cintas y telas, tras la cual se oculta una persona. Al llegar a una casa, el grupo entona canciones o wassails e inicia un duelo de rimas (conocido como pwnco) con los habitantes. Pero aquí está el giro: si la Mari y su compañía logran entrar en una casa, se cree que traen buena suerte a quienes la habitan.
Esconder la escoba (Noruega)
En Noruega existe una antigua superstición según la cual, en la víspera de Navidad, brujas y espíritus malignos salen de sus escondites para reunirse. Para conseguirlo, roban las escobas que encuentran por el camino para volar con ellas por el firmamento.
En el pasado, para prevenir estos robos, las familias noruegas comenzaron a ocultar sus escobas por la casa antes de irse a dormir, asegurando así una noche tranquila y segura. Hoy en día, todavía se mantiene la costumbre esconder la escoba en Nochebuena, una tradición navideña peculiar y simpática.
Quema del Diablo (Guatemala)
En Guatemala también podemos encontrar costumbres curiosas para celebrar la Navidad. Ejemplo de ello es la quema del Diablo, una práctica que tiene lugar a comienzos de diciembre. Consiste en limpiar las casas y las calles, quemando basura, objetos viejos y figuras del diablo para expulsar las malas energías y preparar el hogar para la Navidad.
Este rito simbólico representa la purificación espiritual y la victoria del Bien sobre el Mal. Tiene su origen en la época colonial, cuando se combinaron mitos locales con creencias cristianas.
Todos estos festejos, si bien poco conocidos por el gran público, son ejemplos de una larga herencia cultural, la cual aporta autenticidad a la celebración navideña. Al final del día, cada uno tiene sus propias tradiciones en esta época del año. Para nosotros, no solo son el árbol y el intercambio de regalos, sino también el brindis con familia y amigos, acompañados de unos icónicos minis cigarros cubanos.
