Salmantino de 30 años recién cumplidos, Guillermo Carrasco es un deportista nato. El rugby y las artes marciales le mantienen en forma. Pero cuando llega un encuentro con los amigos o las conversaciones de sobremesa, sale su parte disfrutona, y nunca falta un mini cubano acompañando una copa.
Guillermo ha vivido en Irlanda, Navarra y Madrid. Hoy trabaja en la empresa familiar, Carrasco Ibéricos, una de las marcas emblemáticas del jamón ibérico, instalada en Guijuelo desde que la fundara Don Francisco Carrasco en 1895.
Guillermo se cuida y disfruta con los deportes de contacto. En su vida intenta siempre lograr el equilibrio sin renunciar a nada. “Buscar el balance. Se trata de disfrutar de lo bueno de la vida manteniendo una rutina aeróbica y cardiovascular”, nos explica. Por eso compatibiliza deporte, trabajo y momentos de relax y conversación, como los que acompañan el placer de fumar un mini cubano. “Me introdujo a la afición hace un tiempo un amigo, pero no llevaré fumando de forma asidua más de 2 o 3 años”, rememora.
Un mini para disfrutar, con moderación
Lo que más le gusta de los cigarritos cubanos son sus formatos. “Aunque hay momentos para todo, con el mini no adquieres el compromiso de consumir una gran cantidad de tabaco de una sentada, que para alguien que busca disfrutar de él de forma moderada y medida resulta lo idóneo”.
Al preguntarle sobre su momento preferido para encender un mini, nos comenta: “Me gusta el concepto tradicional de una sobremesa con amigos y la posibilidad de acompañar una copa con tabaco de calidad, porque a mí el tabaco industrial nunca me ha llamado la atención”, reconoce.
Si tuviera que elegir una marca sobre el resto, se decantaría por Partagás o Cohiba. “No tengo un gusto tan formado y refinado como para justificar con argumentos una marca sobre el resto”, dice con modestia, pero ambas son de su agrado.
Guillermo considera que aún tiene mucho que aprender de sus amigos aficionados y de las personas que forman parte de la comunidad que gusta de los Cuban mini cigars. “Estoy abierto aún a ir perfeccionado”, nos dice, pero también marca sus reglas: prefiere una fumada en torno a 10-15 minutos y un formato Club o Short.
¿Os animáis a darle alguna idea a Guillermo? Seguro que él, a cambio, os deleitará con su saber sobre el mundo del ibérico. Un maridaje invencible.