Odalys González ha sido durante años y sigue siendo un referente de las operarias de envasado de Internacional Cubana de Tabacos (ICT), fábrica de La Habana donde se elaboran los minis cubanos. Odalys es celosa de su trabajo. Cuando comienza a envasar no le gusta que la interrumpan ni que la desvíen de su actividad. Solamente el compromiso con el negocio y su fuerte sentido de pertenencia a la empresa hacen que haya tenido la deferencia de conceder esta entrevista en medio de su jornada laboral.
Con una larga experiencia previa como ceramista, comenzó a trabajar en ICT en el año 2001 dentro del grupo de las primeras operarias que se enfrentaron al reto del envasado manual de los tabacos cubanos 100% naturales hechos a máquina, destacando por sus habilidades y disposición en esta actividad.
Sus manos nunca descansan, y sólo se pueden comparar con las de un pianista virtuoso. Nos dice que siempre ha trabajado en el área de envasado manual y que en esta actividad se siente cómoda y satisfecha.
Sus récords de envasado no son importantes para ella. Odalys se propone hacer todos los días algo más que la tarea que está establecida. Para ella es un reto individual, una forma de medirse cada jornada. El reto no es contra otras operarias, es con ella misma. “El récord sale cuando menos lo piensas, sólo hay que enfocarte en tu trabajo”.
Nunca ha pensado en dejar la empresa. Considera que ICT es una fábrica muy familiar que “… se convierte en nuestra casa, que se extraña incluso durante las vacaciones. Pertenezco a un buen colectivo.”
Su familia la ayuda y ha contado siempre con su apoyo, lo que le ha permitido dedicarse plenamente a su trabajo y conseguir grandes reconocimientos. Tiene dos hijos y tres nietos que son su mayor tesoro y que están muy orgullosos de ella.
Ve un futuro prometedor para el negocio del tabaco cubano 100% natural hecho a máquina, no sólo por la unicidad de su origen, sino que también por la calidad que aporta cada una de las operarias que trabaja en la fábrica.